Una manera excelente de comenzar el año es estableciendo metas de salud que sean realistas, llevarlas a cabo con la mentalidad positiva y enfocada, ya que esto permite crear una visión clara de lo que se desea lograr en términos de bienestar físico y mental. Al hacerlo, no solo nos preparamos para una mejoría en nuestra salud, sino que también cultivamos una actitud de crecimiento y autocompasión. Algunos pasos a seguir para el logro de esto serían:
- Realizar metas específicas:
Enfocarse en que estas sean detalladas y específicas.
Ejemplo: en lugar de decir quiero estar más saludable, cambiarlo por quiero perder 5 kg en 3 meses, haciendo ejercicios 3 veces a la semana.
- Hacer metas alcanzables:
Es importante que las metas se determinen de acuerdo a la disposición de energía, tiempo y recursos que se dispongan. Expectativa que no sean alcanzables pueden conllevar a la frustración y por lo tanto a la no realización de estas. Se debe considerar el estilo de vida y el nivel actual de salud antes de hacer metas grandes.
Ejemplo: Mejorar el tiempo de caminata diaria de 20 minutos a 30 minutos en 4 semanas.
- Dividir las metas en objetivos más pequeños:
En ciertas ocasiones, las metas grandes pueden ser abrumadoras. Es recomendable dividir los objetivos en pasos más pequeños para mejor cumplimiento de estos, además de tener mayor facilidad para ajustar y hacer cambios en los mismos.
Ejemplo: En lugar de establecer como objetivo el mejorar la salud cardiovascular, determinar pasos pequeños como caminar por 20 minutos todos los días durante la primera semana y luego aumentar a 30 minutos durante la segunda semana.
- Establecer los objetivos de manera progresiva:
Lo recomendable es evitar exigirse cambios drásticos de manera inmediata. Comenzar con pequeños ajustes y avanzar gradualmente ayuda a crear hábitos más sostenibles además de la adaptación mediática de estos.
Ejemplo: si actualmente no realiza ejercicios, comenzar con 10 minutos, luego aumentar la duración a medida que se acostumbra a estos.
- Determinar un plazo para cada meta:
Asignar un plazo concreto ayudará a mantener el enfoque en los objetivos propuestos y evitas que la meta no se cumpla o complete.
Ejemplo: la meta puede ser reducir el nivel de estrés realizando yoga. Se puede aplicar como plazo practicar yoga durante 15 minutos al menos 3 veces por semana durante 2 meses.
- Hacerlo de manera agradable:
Elegir metas que se puedan disfrutar o sean de su agrado para que estas se puedan realizar con mayor facilidad además de mantener la motivación para realizarlas.
Ejemplo: de no gustarle el correr, no se debería elegir como meta correr 5km; una alternativa es elegir algo que provoque mayor entusiasmo, tal como bailar o nadar.
- La consistencia es más importante que la perfección:
Una de las claves para mantener una mentalidad positiva es aceptar que el camino hacia una mejor salud no es lineal. Habrán días en que no se logren cumplir las metas establecidas, y eso está bien. La clave está en la consistencia a largo plazo, no la perfección. Ser amable consigo mismo y no desanimarse por pequeños tropiezos es fundamental para mantener la motivación.
- Celebra los logros:
Es fundamental reconocer los éxitos que fueron logrados, aunque estos sean pequeños. Celebrar los logros, como haber cumplido los ejercicios de la semana o haber reducido el consumo de alimentos procesados, fortalece la motivación y la autoestima.
Al establecer metas de salud realistas para el año nuevo, no solo propone la mejoría física, sino también el tener una mentalidad más saludable y positiva que brinde apoyo a largo plazo. Con metas alcanzables, claras y alineadas a su vida, podrá disfrutar de un proceso gratificante que no solo transformará la salud, sino también la perspectiva general.